jueves, 13 de marzo de 2008

Nueces para el amor: una buena de industria nacional

//Por Jesica Khadjoyan

Unos pochoclos o un flancito con dulce de leche, bastan para acompañar esta deliciosa peli: otra más de las pertenecientes al rubro "de llorar". Si querés estar a tono con la película, conseguí unas nueces, que te ponen fuertes para el amor, según el director Alberto Lecchi, y tiráte en el sillón más cómodo con una cajita de pañuelitos de papel tissue a mano, y preparáte para ver una película donde el amor aparece con nombre y apellido. Con Ariadna Gil, Gastón Pauls, Nicolás Pauls y Malena Solda, esta película relata la historia de dos adolescentes que se conocen en el tren de la línea Roca, a la salida del último recital de Sui Generis.
En plena década del 70, donde el hippismo, las previas de la dictadura y el nacimiento de los primeros amores eran los protagonistas, Marcelo y Alicia quedan flechados y deciden volver a encontrarse. Él, tiene su debut sexual con ella y sólo piensa en mentiritas piadosas para volver a verla. Ella, un par de años más grande que él, trabaja como voluntaria enseñando a leer y a escribir en una villa, estudia una carrera y milita políticamente. En el transcurso de los últimos días de presidencia de Isabel Perón, Alicia decide dejar de ver a Marcelo, primero porque lo ve muy diferente a ella y después porque Horacio, su novio, está terminando de hacer el servicio militar.

Unos años más tarde, Marcelo se convierte en un economista casado que está en Madrid, España por un congreso. Alicia vive en ese país con Cecilia, su hija de 5 años: allí se encuentran accidentalmente y quedan en volver a verse en una fiesta que dará Alicia en su casa. Marcelo asiste, pero Alicia no le da el lugar que él espera. Una escena imperdible: él yéndose en un taxi al aeropuerto, con el corazón roto por la indiferencia de Alicia, y escuchando por radio la noticia de que la Argentina acaba de perder la guerra por las islas Malvinas en 1982.

Ocho años después, Alicia está de vuelta en Buenos Aires porque siente nostalgia, y se encuentra nuevamente en el tren a Marcelo, esta vez junto con su esposa Claudia (Nancy Duplaá), y sus dos hijos. Vuelven a intercambiar números de teléfono, y esta vez se concreta el encuentro que no pudo ser cinco años atrás. Pero Marcelo no se siente preparado para dejar a su mujer, pese al notorio amor que siente por Alicia.

La cuarta parte acontece en blanco y negro. Marcelo no está en un buen momento con su mujer. Alicia ha tenido varios intentos de suicidio y su hija planea irse a vivir nuevamente a España. Marcelo comienza a sospechar que podría llegar a ser el padre de Cecilia. Una vez que la contacta, le propone hacerse una prueba de ADN. Cecilia no quiere, pero luego termina cediendo. Comienza a tener una relación casi paternal con ella, pero a Claudia no le gusta la situación y en un ataque de celos, echa a Marcelo de la casa. Mientras, Alicia sufre una nueva crisis y la internan. Es allí cuando ella se da cuenta de lo injusta que fue con Marcelo. Se da cuenta de que está enamorada de ese hombre y que con él podría haber sido muy feliz. En ese momento, decide volver a la estación de tren para recordar el momento en que lo conoció, sin sospechar que él estará ahí esperándola.


La música es muy funcional, triste pero acorde con las escenas más fuertes y la temática romántica/dramática de la película. La mayoría suceden en la última parte, que resulta ser más nostálgica, agudizada además por el efecto blanco y negro. El final, intenta enseñarle al espectador que -por más que a veces las personas parezcan muy diferentes-, si tienen que estar juntas, el destino los va a unir contra cualquier adversidad.

Ficha Técnica
Título original: "Nueces para el amor"
Producción: Argentina - España
Año: 2000
Duración: 107 minutos
Género: Drama
Dirección: Alberto Lecchi
Reparto: Gastón Pauls, Ariadna Gil, Malena Solda, Nicolás Pauls, Nancy Duplaá, Lola Berthet, Gabriel Goity, Rodrigo de la Serna.

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